Guardaespaldas

“…yo me siento respaldado y confiado, cuando tu abuelo está con nosotros. Saber que hay alguien mayor, con más experiencia…un patriarca en la casa, me hace sentir seguro…”.

No se imaginan lo sorprendido que quede ante esta declaración. Lo dijo mi papá hace ya varios años, mientras teníamos una de esas charlas de hombre a hombre.

¿A qué se refería mi papá? Me quede pensando varios días en aquello. Mi abuelo, no recibe una pensión, así que no podía referirse a lo económico. Aun es fuerte pero no tanto como para defenderte en una pelea. Entonces… ¿A qué se refería mi papá?

Después de algunos días me olvide del tema y tuvieron que pasar varios años, hasta que me topé con la respuesta.

Conversando con un amigo que estaba por inaugurar su empresa dijo algo que me recordó esta historia. Él dijo: “…ahora es cuando debemos invertir, arriesgarnos y hacer empresa. En unos años más, nos volveremos más calculadores, temerosos porque  tendremos otras responsabilidades, tal vez una familia; pero ahora lo peor que puede pasar es que nos vaya mal y perdamos todo, pero siempre podemos volver a la casa de nuestros padres, ahí no faltará techo y comida”

Y tenía razón, cuando eres joven, eres impetuoso, arriesgado y no tienes miedo a intentar cosas nuevas. Pero mientras pasan los años, cada vez piensas más para tomar una decisión.

Y entonces entendí lo que mi papá me quiso decir aquella vez.

El hablaba de esa seguridad que solo la sientes cuando hay alguien con más experiencia detrás de ti, cuidándote la espalda. 
Aquellas personas a las que puedes recurrir cuando echaste todo a perder, cuando tu plan no salió como esperabas y sabes que puedes acudir a ellos y tendrán una respuesta, una solución.

El solo hecho de tenerlos a tu lado, como discretos observadores, sabios consejeros, valientes guardaespaldas, te hace sentir muy seguro y puedes arriesgarte.

Tengo tres de estas personas, en el equipo,  cuidándome la espalda; que tienen varios años de servicio fiel y sacrificado; y mucha experiencia para compartir. Personas a las que admiro y de las que he aprendido mucho.

Hoy, dos de ellos empiezan una nueva aventura en otra ciudad y estoy seguro que donde estén seguirán sirviendo valientemente al Jefe y serán para otros, la bendición que fueron para mí.

Juan, Deicy, Magnolia. Gracias



1 comentario:

  1. Que dulce Luisito, entiendo como todo su apoyo es importante para ti, que lindo que hayas decidido compartirlo con nosotros.

    ResponderBorrar