Llevo más de cinco años en el
equipo de música y he visto pasar sábado tras sábado y horas tras horas de
arduo trabajo musical junto a cada uno de los integrantes de este equipo y sin duda alguna cada semana tiene sus propios desafíos y sus propias luchas.
Sin embargo, el deseo de hacer música para quien se lo merece, es suficiente
para soportar más de dos horas de ensayo cada semana... aquí los detalles.
“Si sabes
hablar en público, la haces”… fue lo que dijeron para convencerme y aunque sabían
que no era lo único, me confiaron tan importante labor, acepté el reto y aquí la
historia.
Recuerdo
claramente la primera temporada en que comencé a asistir a un grupo de jóvenes
entusiastas con los que compartí aquellas cosas que hacen que esta etapa sea
inolvidable.
Hace algunos años, yo era parte del grupo de jóvenes de la iglesia, por esos
días, se desarrollaría un importante evento juvenil en nuestra iglesia con la
participación de otras iglesias locales en la organización, así que seríamos
dos, las encargadas de la limpieza antes y después de la noche del evento.
“…yo me siento respaldado y confiado, cuando tu abuelo está con nosotros.
Saber que hay alguien mayor, con más experiencia…un patriarca en la casa, me
hace sentir seguro…”.
Cuando hablamos de liderazgo, nos imaginamos una lista
interminable de cualidades y responsabilidades que
deberíamos cumplir si acaso pretendemos embarcarnos en esta aventura.
Y el solo hecho de pensar en esto nos desanima, y preferimos mantener un
servicio discreto y dejar el trabajo pesado para otros.
¿Cuántas veces soñaste de pequeño con ser un superhéroe? Y usaste
una toalla como capa para ser un Súperman, o te ocultaste en algún rincón de tu casa imaginando que era tu baticueva. O tal vez, como en mi caso,
andabas con una enorme estrella pegada en la frente, dando vueltas por todos
lados hasta marearte, queriendo ser la Mujer Maravilla.
El lugar se veía limpio y agradable, asi que entre y me senté en un rincón del local, pedí un lomito saltado y esperé. Saque unos apuntes que quería repasar, tenía que exponerlo en la tarde.
Hace algún tiempo, nuestro director musical, comentó algo que yo veía muy poco probable en él. Siendo un tipo con una profunda convicción de servicio, que entiende perfectamente que lo que hacemos es para la gloria de Dios me sorprendió cuando contó que él necesita aplaudir cuando terminamos de tocar una canción.
Hace un buen tiempo, mientras preparaba mi lista de canciones para el domingo,
recibí una llamada un tanto perturbadora, aquella voz que parecía inquieta, me
dijo: “QUIERO DIVORCIARME”.
“Hay un ejercito soplando vida a través del mundo…y muchos, como nosotros, soplan vida a través de su música y conciertos. Con frecuencia muchos pasarán por momentos de desánimo y futilidad al no ver el fruto que esperaban; otros cuestionarán si realmente vale la pena lo que están haciendo y por su mente cruzará la renuncia, la jubilación o el retiro…del trabajo tan importante que… hacen a través de la tierra, soplar vida donde hay muerte y necesidad”.
Resulta que editar el blog no es tan sencillo como pensamos, toma su tiempo... y peor aún, cuando hay mucho trabajo por hacer además de editarlo, espero que no nos tome mucho esto de organizarlo... se reciben sugerencias.